Ganar mucho dinero con ChatGPT. Hackers, es un vocablo que mucha gente asocia con curiosos o ladrones de datos, o con personas que crean los malware. Quienes así piensan están muy equivocados. En realidad ¿en qué consisten los hackers?.
Se puede decir que este término designa a aquellos que conocen y disfrutan con algo, y desean aprender muchísimo más para extraerle beneficio a eso con lo cual se deleitan. Definitivamente, ser hacker es lo que siempre has deseado aprender.
Es ese sentimiento que penetra el cuerpo y la mente en el momento en que pruebas un “Exploit” o cuando haces las comprobaciones de un ordenador o una red. Inclusive, también si intentas entender y optimizar el funcionamiento de cualquier sistema operativo o procesador.
Esto no se puede describir. Es una motivación extra para continuar luchando. Solo bastaría con recordar que el PC, el progreso que significó el internet, o los sistemas operativos Linux, fueron creados por hackers.
El vocablo “hacker” puede aplicarse a cualquier tipo de profesión
El vocablo “hacker” generalmente se aplica al ámbito de la informática, aunque la verdad es que podría emplearse en cualquier clase de profesiones. El genial artista Wolfgang Amadeus Mozart fue un hacker de la música.
Pablo Picasso lo fue en el arte de la pintura. Gari Kaspárov lo fue en el deporte mental del ajedrez. Leonardo da Vinci, versátilmente, lo hizo en varias ramas del saber. Fue un hacker en muchos ámbitos como, por ejemplo, la ingeniería. Nikola Tesla se destacó en el área de la electricidad.
¿Que distingue al “hacker bueno” del “hacker malo”?
Para poder determinarlo, debemos responder dos interrogantes: ¿qué es lo que tú haces y por qué lo realizas? Los “buenos” simplemente se enfocan a cultivarse para poder elaborar y edificar cosas e incluso reparar objetos.
Los denominados “malos” también se forman, aunque en este caso lo hacen para demoler y destruir o fastidiar a todo el mundo.
El vocablo Hacking ético se puede definir mediante aquello que hacen los profesionales dedicados solo a ello. En otras palabras, son los piratas de la informática éticos, quienes no se introducen en este tipo de prácticas con fines criminales, que de manera tradicional se asocian a estas actividades.
Estos individuos son contratados para hackear sistemas e identificar y hacer las reparaciones respectivas de sus posibles fallas o aspectos vulnerables.
Se trata de grandes especialistas en los ensayos o pruebas de penetraciones de los sistemas informáticos y del software, cuyo objetivo final es valorar, robustecer y maximizar la seguridad.
Se puede afirmar que lo que hacen es implementar un hackeo de tipo ético que prueba la seguridad y confiabilidad de los sistemas.
Sombreros negros, blancos y grises
En el seno de la comunidad de la seguridad cibernética, los llamados piratas informáticos suelen dividirse en tres sectores: los bucaneros o piratas informáticos ‘sombreros negros’, ‘sombreros grises’ y ‘sombreros blancos’.
El último que nombramos constituye el ético o denominado también “sombreros blancos.”
- Los llamados sombreros negros roban sus objetivos por motivos de tipo egoísta, como serían las ganancias económicas, para tomar venganza o solamente generar destrozos.
- Los sombreros blancos, al contrario, buscarían la protección de todas las infraestructuras informatizadas de esos otros hackers, los denominados sombreros negros.
Los llamados piratas o bucaneros informatizados de sombreros blancos lo que persiguen es la mejoría de la seguridad. Conseguir huecos en ellos y comunicárselos a las víctimas con el fin de que los arreglen antes de que los hackers sin escrúpulos los exploten a su favor.
- Los denominados sombreros grises suelen ubicarse en algún sitio entre los dos ámbitos, generalmente haciendo operaciones más cuestionadas moralmente, como serían robar grupos a aquellos que se resisten ideológicamente, o incluso protestar de forma hacktivistas.
La forma que utilizan los profesionales informáticos para conseguir sus ganancias económicas explicaría de qué se trata el hacking ético
La manera que utilizan dichos profesionales para conseguir sus ganancias económicas explicaría también en qué consiste el llamado hacking ético.
Aquellos que lo hacen, frecuentemente, los emplean las empresas de seguridad cibernética, o inclusive las secciones de protección de las corporaciones más desarrolladas y poderosas.
El factor de que ellos conozcan la forma de operar de los piratas, por lo general les ofrece una valiosa visión de las maneras de prevenir estos asaltos informáticos.
Roni, el hacker ético
Toda esta larguísima introducción de los hackers y los hackers éticos viene a cuento porque desde hace cierto tiempo, las oportunidades abiertas con ChatGPT convirtieron los llamados bot conversacionales de OpenAI en la inteligencia artificial más popular del momento.
Por esta razón, muchísimos clientes han comenzado a utilizar los instrumentos ofrecidos por la Inteligencia Artificial (IA) para elaborar redacciones, poemas o, inclusive, un film animado de Batman.
A pesar de esto, hay otros consumidores de esta tecnología innovadora que dejaron volar su imaginación aprovechando todas las grandes virtudes de ChatGPT para obtener así algo más gracias a los enormes conocimientos que poseen del bot conversacional.
Aquí precisamente entra la larga explicación sobre los hackers éticos, ya que este es el caso de Roni, un “hacker ético” que utilizó la inteligencia artificial (IA) a fin de conseguir posibles errores y huecos que podrían explotarse en los distintos códigos de diferentes instituciones.
De este modo, tal cual como lo testifican sus compañeros de JeuxVideo, el jovencito facilitó a ChatGPT un conjunto de códigos de clínicas y redes sociales para tratar de encontrar algunos errores que corregir.
Esto dio como resultados que el bot le indicara ciertos problemas que debían solucionarse y Roni aprovechándose de esta situación le aviso rápidamente a Facebook, la red social perteneciente a Mark Zuckerberg, que se hallaba entre los más afectados.
Roni Gana más de 38.000 euros gracias a ChatGPT
Luego de conseguir un error en los códigos de Facebook, Roni contacto a varios integrantes de dicha red social para notificarles el fallo encontrado. Esto derivo en que la empresa líder de la tecnología de las redes sociales lo premiara con una cifra cercana a los 42.000 dólares, Monto que supera ligeramente los 38.600 euros al cambio actual.
De esta manera, el hacker ético pudo utilizar el ChatGPT para conseguir un hueco en los códigos de diferentes instituciones, coyuntura mediante la cual logro obtener una respetable suma de dinero y que lo consiguió por los grandes esfuerzos de la inteligencia artificial (IA).
Por cosas del azar y la suerte, sus propósitos eran mejores que la de aquellos hackers llamados “sombreros negros” quienes usan ChatGPT para agredir a los otros ordenadores.
No quedan dudas de que la inteligencia artificial (IA) conversacional se convirtió en poco tiempo de implementada en una de las más grandes revoluciones de los meses más recientes.
Como dato curioso, podrías conocer al consumidor de esta tecnología que uso a ChatGPT para crear una novia virtual con la cual tuvo que terminar, lo que constituye un caso contrario a la indagación que averiguo los puntos débiles o el talón de Aquiles de ChatGPT: la lógica y el razonamiento.