La carrera por el control de la inteligencia artificial apenas está comenzando, son cada vez más las empresas que deciden adentrarse en este mundo.
Google ha asumido el liderazgo en la carrera por el avance de chatbots de inteligencia artificial (IA), aunque inicialmente a un ritmo más lento que su competidor, OpenAI, pero las distancias se han estado reduciendo.
El gigante tecnológico presentó hace dos meses una versión optimizada de su plataforma, Bard, en un esfuerzo por brindar a los usuarios características que posee ChatGPT-4, e incluso algunas superiores.
Una de las principales mejoras fue anunciada la semana pasada: la plataforma de Google ya está disponible en español y en otros cuarenta idiomas. Hasta antes de esto, los usuarios solo podían emitir comandos en inglés, japonés y coreano.
Con esto, las diferencias entre ambos sistemas todavía son evidentes, pero los expertos consideran que la competencia cada vez más va cabeza a cabeza.
Por el momento, ChatGPT-4 cuenta con una clara posición de ventaja, mientras que Bard emerge como un contendiente, pero jamás asumiendo un rol de liderazgo.
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¿Qué funciones trae Bard para competir contra ChatGPT-4?
Si bien el control actual lo tiene ChatGPT-4S, se vislumbra una competencia real entre ambas plataformas, pero la clave de todo esto será cómo evoluciona su base de usuarios.
Uno de los representantes de Google, en una entrevista en la BBC, manifestó que en el marco de un desarrollo responsable de Bard, estamos progresivamente ampliando su acceso a más países y regiones en idioma inglés. Proseguiremos con su implementación a medida que avance el tiempo.
Una ventaja que Bard posee sobre ChatGPT-4, es que este último es una versión de pagos (USD 20) mensuales, mientras que el chatbot de Google actualmente se ofrece de forma gratuita.
Más allá de todo esto, ¿Qué ofrece Bard? ¿Es realmente competitiva?.
1. Bard y su capacidad de generar imágenes
Hasta hace un par meses, la interacción con los chatbots de Google y OpenAI se limitaba al texto.
En una época donde el contenido visual adquiere mayor relevancia en internet, esta limitación parecía fuera de sintonía. Sin embargo, OpenAI, rompió la brecha al lanzar ChatGPT-4 en marzo, integrando la capacidad de procesar imágenes en su chatbot.
Una de las funcionalidades fundamentales se centra en la capacidad de recibir comandos basados en imágenes. Por ejemplo, es posible consultar la ubicación de una obra de arte compartida en Instagram sin mencionar su origen.
Adicionalmente, la inteligencia artificial ofrece respuestas en forma de imágenes. Esto permite, por ejemplo, solicitar una presentación de fotografías de los cuadros más visitados en el Museo de Louvre en París, obteniendo una respuesta que incluye tanto texto como imágenes en cuestión de segundos.
Sin embargo, lo más innovador de esta IA va más allá: «No se trata simplemente de buscar una foto, sino de comprender el contenido de la imagen y, a partir de ello, poder ejecutar acciones específicas», aclara Carreón.
«Por ejemplo, si se tienen huevos, tomate, patata y zanahoria en la mesa y se le pregunta ¿qué puedo hacer con esto?, la IA podría sugerir preparar una ensalada y mostrar la receta con los ingredientes mencionados.
De este modo, la IA no solo reconoce los elementos presentes en la foto, sino que va más allá, comprendiendo su contenido para ofrecer una solución adecuada».
2. Sistema de integración
Contar con la información que ofrecen los chatbots de IA es un primer paso, pero ¿qué sigue?.
En la nueva versión de Bard, Google ahora ofrece una «salida» directa de esa información a su nube de servicios.
Puedes llevar directamente el contenido a tu correo de Gmail si le pides que escriba una petición de vacaciones para tu jefe. O al servicio de Docs, si le pediste que compusiera una canción para tu papá.
El chatbot de OpenAI solo ofrece un botón para copiar el contenido en el portapapeles.
Hay que tener presente que el mundo Google peleando con el mundo Microsoft y con ChatGPT-4. Entonces en ciertas funciones de Windows vas a poder recurrir a un asistente de inteligencia artificial para hacer ciertas tareas dentro del sistema operativo.
Lo que se espera de la industria de IA va más allá de la creación de chatbots; implica la adaptación de su inmensa capacidad de procesamiento de información y aprendizaje a diversas aplicaciones tanto de uso cotidiano como especializado.
Para entenderlo mucho más fácil, con una aplicación de reservas en restaurantes que integre inteligencia artificial, ahora puedes simplemente solicitar en el chat que te recomiende un restaurante tailandés que esté abierto hasta las 00:00 horas.
La IA te proporciona una lista de opciones y tú le indicas dónde deseas hacer la reserva.
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3. Diversidad de fuentes de información
Tanto Google como diversos especialistas han resaltado las notables mejoras en el razonamiento matemático y la amplia cobertura de codificación en más de 20 lenguajes de programación que ofrece la última versión de Bard.
Aunque estas mejoras son más evidentes para los profesionales en dichos campos, Bard también presenta una característica adicional que ha sido enfatizada para el usuario promedio: la capacidad de enumerar las fuentes de información utilizadas por el chatbot de Google.
La inteligencia artificial ha suscitado preocupación debido a las «alucinaciones» que algunos de estos chatbots pueden generar.
Estas alucinaciones hacen referencia a la información errónea, inexacta o con deficiencias que pueden surgir de sus vastas bases de datos y su capacidad de generar contenido a partir del aprendizaje.
Bard ha incorporado la función de mostrar las múltiples fuentes de las cuales ha extraído información, una característica que ChatGPT no ofrece. Esto contribuye a generar confianza en los resultados presentados, ya que se pueden verificar las fuentes utilizadas.
Según las observaciones del representante de Google, esta cuestión resulta relevante, pero subraya la necesidad de ejercer cautela y un análisis crítico en cuanto a la información proporcionada por el chatbot.
«La IA tiene acceso a una extensa base de datos. No obstante, también genera información, dado que su modelo se encuentra en constante aprendizaje. Por lo tanto, existe cierta información que no proviene de una fuente específica», explica.
4. Aprendizaje similar al humano
«Si la IA ha aprendido previamente que existe una solución efectiva para un problema, no siempre ofrecerá enlaces como respuesta. Sin embargo, dada la presencia de posibles errores en estos programas, es crucial que los usuarios que interactúan con la IA verifiquen el resultado final, ya que pueden surgir inexactitudes».
El especialista de Hexabit destaca que los usuarios deben tener en claro que la IA no se limita únicamente a ser un motor de búsqueda de información.
El propósito principal de los desarrolladores ha sido crear una herramienta con la capacidad de imitar el aprendizaje y el razonamiento humanos.
En palabras de Bill Gates: “Es posible que la búsqueda tal como la conocemos actualmente desaparezca. Esto acarrea implicaciones significativas, no solo para Google, sino también para todos los proveedores de contenido que dependen de Google como su principal fuente de tráfico», destaca.
«Considero que muchas personas aún no comprenden completamente el alcance de este cambio, pero su impacto será radical. Y este proceso ya se encuentra en marcha; se están produciendo numerosos cambios a raíz de ello».
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