El As bajo la manga del creador de ChatGPT. El CEO de la compañía detrás del fenómeno tecnológico de mayor crecimiento en la historia, ChatGPT, reconoce la necesidad de contemplar la posibilidad de que en algún momento la inteligencia artificial pueda presentar desafíos para la humanidad.
En efecto, Sam Altman, lleva consigo una salvaguardia análoga a la «maleta nuclear» que acompaña al Presidente de los Estados Unidos en las películas de ciencia ficción, capaz de desactivar la totalidad de los servidores que hospedan esta avanzada IA en caso de una eventualidad crítica.
Dicha medida se materializa en la forma de una distinguida mochila azul, una presencia constante cuando el destacado empresario e inversionista tecnológico estadounidense se encuentra en movimiento o en situaciones públicas.
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¿Qué dicen los expertos? ¿Se puede detener la inteligencia artificial?
La detención o desactivación de la inteligencia artificial (IA) puede ser una acción compleja y variada según el contexto.
Si bien es posible detener temporalmente un sistema de IA, especialmente en entornos controlados, su completa desactivación puede ser más desafiante debido a la interconexión de sistemas y dependencias.
Para sistemas locales, la desconexión de la fuente de energía o el apagado de los servidores puede suspender su funcionamiento. Sin embargo, en sistemas más amplios, como la IA distribuida en la nube, detener todos los componentes puede requerir la coordinación de múltiples recursos.
Para IA entrenada mediante aprendizaje profundo, su «detención» puede implicar la suspensión de cálculos y operaciones, pero su reactivación podría requerir una reconfiguración y restablecimiento de parámetros.
En cuanto a las preocupaciones sobre seguridad, algunos investigadores han propuesto «interruptores de apagado» para IA avanzadas, permitiendo una interrupción rápida en caso de comportamiento inesperado o potencialmente perjudicial.
Es fundamental abordar estas cuestiones de manera ética y cautelosa, ya que la IA tiene un impacto en una variedad de campos y aplicaciones, desde la medicina hasta la logística.
Una desconexión abrupta podría tener implicaciones significativas. Por lo tanto, cualquier plan de desactivación debe considerar las consecuencias y los protocolos para minimizar riesgos y garantizar la seguridad en el proceso.
La maleta que acabaría con la IA
De acuerdo a informaciones provenientes de diversas fuentes especializadas en tecnología, se ha señalado que, en el interior de la maleta, ostensiblemente, se encuentra resguardada un ordenador Mac que dispone de la capacidad de desactivar esta tecnología en caso de que sus intenciones derivaran hacia objetivos perjudiciales o maliciosos.
Inclusive, la publicación Business Insider ha afirmado con convicción que Sam Altman sostiene una postura precavida en torno a la posibilidad de un evento de proporciones apocalípticas y ha adoptado medidas preventivas para hacer frente a tal contingencia.
En efecto, el vertiginoso desarrollo de la inteligencia artificial sigue siendo un vasto territorio de exploración, y esta progresiva incursión en territorios desconocidos ha generado una serie de inquietudes en diversos ámbitos.
Una de las principales preocupaciones es la eventualidad de que esta tecnología alcance, en algún momento, un nivel de inteligencia que sobrepase la capacidad cognitiva humana.
Esta aprensión es compartida incluso por el CEO de OpenAI, quien ha sido transparente en expresar sus temores con respecto a la potencial amenaza que esta rápida evolución podría plantear al mundo en general.
Esta circunstancia subraya la necesidad de mantener un enfoque ético y responsable en el desarrollo y la implementación de la inteligencia artificial. A medida que la tecnología avanza, se hace esencial considerar no solo los beneficios que puede brindar, sino también los posibles riesgos y cómo mitigarlos.
La inclusión de salvaguardias y protocolos de seguridad como los que Sam Altman ha insinuado en su «maleta de contingencia» son pasos en la dirección correcta para garantizar que la IA se desarrolle en beneficio de la humanidad.
Altman ¿Un optimista, pesimista o realista?
Una de las preocupaciones recurrentes en torno al avance de la inteligencia artificial radica en la eventualidad de que los individuos se enfrenten a la pérdida de empleos en un futuro inminente.
A pesar de que un sector considerable de expertos aborda este asunto con una perspectiva optimista, Sam Altman, el director ejecutivo de OpenAI, sostiene una posición que difiere, sosteniendo que tal punto de vista carece de realismo y que incluso estos programas pueden ser portadores de riesgos significativos.
Altman afirma que la amenaza de que la inteligencia artificial conlleve a la obsolescencia laboral no es una noción distante, además, subraya que esta misma tecnología podría implicar una amenaza para la humanidad si sus capacidades no están debidamente canalizadas o al menos sujetas a reglamentación.
Es esta inquietud la que ha llevado al líder empresarial a mostrar un interés por cultivar acuerdos en lo referente a la regulación o el control de las funcionalidades de tales programas.
En una entrevista reciente con The Atlantic, Altman argumentó que una parte integral de este control (aunque pueda parecer paradójico) radica en el nivel de acceso que se ha brindado a las personas a este modelo en particular.
“Si hubiésemos continuado perfeccionando esto (ChatGPT) durante un período adicional de cinco años en nuestra compañía, habríamos logrado desarrollar algo con un impacto considerablemente mayor”, afirmó Altman al abordar la evolución potencial de esta tecnología.
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Análisis de la vulnerabilidad de empleos ante el avance de la inteligencia artificial
Con el propósito de brindar una mayor profundidad en relación al impacto de la inteligencia artificial en el ámbito laboral, OpenAI ha realizado una proyección detallada sobre los sectores laborales que podrían ser más susceptibles a las transformaciones derivadas de esta tecnología en el futuro.
La evaluación revela que las profesiones asociadas con la escritura y la programación se encuentran en una posición vulnerable, mientras que aquellas centradas en el pensamiento crítico y el desarrollo científico presentan una menor exposición.
En este contexto, se observa que las ocupaciones relacionadas con el manejo de datos, como matemáticos, contadores, analistas financieros, escritores, autores y diseñadores web, figuran en la categoría de mayor vulnerabilidad ante la posible sustitución por la IA, con una probabilidad de reemplazo cercana al 100%.
Es crucial enfatizar que esto no implica la obsolescencia total de dichas ocupaciones, sino más bien una potencial reconfiguración del mercado laboral que podría resultar en la reasignación de roles.
Paralelamente, el informe titulado «Los GPT son GPT: Un Análisis Preliminar del Potencial de Impacto de los Grandes Modelos Lingüísticos en el Mercado Laboral», ofrece un panorama adicional.
Se destaca que las ocupaciones que requieren una interacción altamente física se consideran menos susceptibles a la automatización.
Profesiones como operadores de maquinaria agrícola, atletas y deportistas, mecánicos especializados en vehículos pesados, expertos en motores diésel, albañiles, operadores de torres de perforación, personal de comedores y cafeterías, asistentes de barman, lavaplatos, entre otras, parecen estar en una posición de menor riesgo en el corto plazo debido a que la inteligencia artificial generativa carece de una base física que le permita llevar a cabo estas actividades.
¿Qué profesiones puede salir a partir del desarrollo de la IA?
El desarrollo de la IA está dando paso a nuevas profesiones emergentes.
- Los «arquitectos de ética de IA» se encargan de diseñar sistemas justos y responsables.
- Los «traductores de datos» convierten información compleja en insights comprensibles.
- Los «analistas de IA» interpretan y optimizan los modelos de IA.
- Los «entrenadores de IA» mejoran la capacidad de las máquinas para aprender y adaptarse.
- Los «especialistas en ciberseguridad de IA» protegen contra vulnerabilidades en sistemas inteligentes.
- Los «diseñadores de interacción humano-IA» crean experiencias fluidas entre humanos y máquinas.
Estas profesiones reflejan el impacto continuo de la IA en diversos sectores.
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